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RETRATO

 

ĀæEl rastro que quieres dejar? 

Me gustarĆ­a decirme a mĆ­ mismo que todos los proyectos que he iniciado han llegado a buen tĆ©rmino. Ā”Pero hay tantos que es un verdadero desastre en mi cabeza! Sin embargo, todo lo que he logrado en el Arte me hace el hombre mĆ”s feliz de la Tierra.

 

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ĀæUn epitafio?

"No seas celoso, idiota. Ā»

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Hay encuentros que aparecen en tu vida sin previo aviso, encuentros mĆ”gicos que marcan. Mi encuentro con Anton se dio de forma natural, sin artificios, como algo evidente, una especie de encuentro premeditado. Dentro de una semana serĆ” justo un aƱo  que lo habĆ­a contactado.  No sabĆ­a entonces que vivĆ­a en Francia y aĆŗn no sabĆ­a nada sobre su historia, un pasado ajetreado y fĆ©rtil del que dan testimonio los siguientes pĆ”rrafos . Solo un aƱo. 


La primera vez que conocĆ­ a Anton fue en su casa. Estaba confundido, I m'avais  hizo una representaciĆ³n del personaje totalmente infundada, llena de prejuicios forjados al tratar de descifrar su obra: un fanĆ”tico lujurioso, alucinado y excĆ©ntrico . Lejos de la. Se acercĆ³ a mĆ­ lentamente. Una calma inquietante, cc781905-5cde-3194-bb3b-136bad5cf58d_ cortada por un acento ruso, tras unas gafas ahumadas y ese destello de genialidad que tienen algunos, demasiado raro, demasiado precioso, en una exaltaciĆ³n verbal , acompaƱado de ese destello de locura que caracteriza la locura de vivir y disfrutarlo todo. Estaba yendo a casa. Una habitaciĆ³n saturada de muƱecos con siniestras figuras humanas, pelucas multicolores, un montĆ³n de esposas, marcos vacĆ­os y un montĆ³n de amuletos desparejados. AquĆ­, sin introducciĆ³n, rondas de piernas o argumentos de venta introductorios. Las primeras molestias son inmediatamente erased, los lugares comunes quedan fuera. AterricĆ© con dos hojas de papel y tantas botellas de rojo para comenzar la entrevista. Otros ya estaban esperando, previamente abiertos. Se produce entonces un desencadenamiento de entusiasmo, una pasiĆ³n devoradora. Un tipo que vive. No nos aburrimos. El tiempo pasa demasiado rĆ”pido.


Anton tiene y tendrĆ” siempre 69 aƱos, no se puede inventar. AƱƔdase al compaƱero libidinoso este aƱo querido por Gainsbourg. Provocador, licencioso pero no corrupto. Intentar reducir al personaje a una breve biografĆ­a serĆ­a quitarle su esencia misma, pero hay que pasar por eso para intentar entender los contornos o el ectoplasma. 


Anton Solomoukha was  un artista multidisciplinario, miembro de la Academia de Bellas Artes de Ucrania, formado en Kyiv. Pintura, dibujo, collage, fotografĆ­a, cualquier apoyo va ahĆ­. A su llegada a ParĆ­s trabĆ³ amistad con Robert Doisneau y Henri Cartier-Bresson, dos encuentros que influirĆ­an en su implicaciĆ³n con la fotografĆ­a. Anton es conocido por ser el inventor de un nuevo gĆ©nero: la ā€œfotopinturaā€, que combina imĆ”genes fotogrĆ”ficas con arte pictĆ³rico. Sus puestas en escena, ā€œsu teatro mentalā€, son desbarajustes insondables, enredos orgiĆ”sticos, donde la opulencia de las formas humanas y de los personajes recuerda a los grandes maestros clĆ”sicos. Pero aquĆ­, la ruptura con el clasicismo es asumida, afirmada y deliberada, dando paso a la paradoja de la composiciĆ³n, al arte contemporĆ”neo, a travĆ©s de una provocaciĆ³n estĆ©tica de las leyes modernas.


Sublimado por un fondo negro, un fondo tiznado que exhuma a Caravaggio, sus obras (ā€œLa fille au bilboquetā€, ā€œLes sexes des Angesā€, ā€œI Fuck Your TVā€, ā€œCaperucita Rojaā€, ā€œOdaliscasā€... tantas tĆ­tulos evocadores y corrosivos) son equĆ­vocos poemas carnales, disparates absolutos y deconstruidos, absurdos aberrantes que configuran esta extraƱa amalgama del universo kitsch y el barroco lacerado. La pose, como la luz, teƱida de misterio y sĆ­mbolos, es pictĆ³rica, la fotografĆ­a se construye como un cuadro, como un cuadro. El artista juega con las infinitas posibilidades de la composiciĆ³n digital.

ENTREVISTA EXCLUSIVA



ĀæCĆ³mo funciona una citaciĆ³n de la KGB?

 

La transgresiĆ³n tiene muchas veces un lado ostentoso: tambiĆ©n se transgrede para hacerse notar, se infringe una ley para ser visto e identificado como un elemento refractario, incluso rebelde o disidente, para situarse en relaciĆ³n con un sistema de valores y en relaciĆ³n con un Ć©tica, un conjunto de reglas de comportamiento.

Llamada. InvitaciĆ³n para una reuniĆ³n en un gran hotel en Kyiv. Una habitaciĆ³n de hotel vacĆ­a. Espero 10 minutos. Llegan dos hombres. Comienza la conversaciĆ³n. Sientes que queremos engaƱarte. Te hacen preguntas muy fĆ”ciles.

- ĀæEres un patriota? No hay mĆ”s remedio que responder,

- Claro !

- ĀæQuieres ayudar a algunas organizaciones que protegen la paz y la estabilidad del paĆ­s? ". Y luego te dicen ā€œTienes que traicionar a tus amigos, porque estĆ”n perdidos. Es purgar a la sociedad de lo podridoā€.

Es difĆ­cil ponerlo del revĆ©s, vivĆ­ toda mi infancia entre los polĆ­ticos mĆ”s avispados, tipos que sĆ³lo mentĆ­an, y que sobresalĆ­an en este Ć”mbito. LeĆ­ a Oscar Wilde, Nietzsche y me convencieron de que alguien que no puede mentir es una persona aburrida y poco creativa. Amo la creaciĆ³n. La realidad es nada. Todo el mundo es capaz de escupir la verdad, pero inventar una mentira es genial. Durante 6 meses me citaron regularmente. Un dĆ­a me dan una grabadora con carretes. TenĆ­a la misiĆ³n de sacarles los gusanos a mis amigos y grabar las conversaciones. Por supuesto, nunca resolvĆ­ llevar a cabo esta traiciĆ³n. Bajo la atenta mirada de un agente, mientras me emborrachaba con amigos en un cafĆ©, deliberadamente ā€œolvidĆ©ā€ la grabadora sobre la mesa. Debes saber que la KGB en 1977 no era tan represiva como en la Ć©poca de Stalin. AdemĆ”s, estaba casado con una francesa, eso me protegiĆ³. DespuĆ©s de esto, quise irme de la URSS a Francia. Toda mi infancia leĆ­ a Balzac, Flaubert, Maupassant, CĆ©line, los poemas de Apollinaire que me sabĆ­a de memoria en ruso. Francia fue mi segunda patria. AdemĆ”s, mi esposa era nativa de Guadalupe. PresentĆ© dos solicitudes de visa para Francia. Mi esposa era mestiza y yo jugaba con eso. AcusĆ© a la administraciĆ³n de ser racista. En dos semanas obtuve dos visas por un mes. Entonces lleguĆ© a ParĆ­s en 1978.

 

ĀæPuede hablarnos ā€œbrevementeā€ de su visita a ParĆ­s?

 

En la URSS, hubo una anĆ©cdota: ā€œla mujer extranjera no es por amor, es por la visaā€. Cuando expliquĆ© a algunos estudiantes franceses mi deseo de salir de mi paĆ­s, todos estaban muy entusiasmados con la idea de tener un matrimonio ficticio, de salvar a un artista ā€œdisidenteā€ de la represiĆ³n. Mi matrimonio "blanco" se ha convertido en un verdadero matrimonio de amor.

 

Fui al Ministerio de Relaciones Exteriores en MoscĆŗ con todo mi archivo completo para validar o no mi solicitud, sellarlo o no. Llego temprano, "soberbia" casa gĆ³tica, estalinista, con la estrella en lo alto. Espero 5 horas. La persona que tengo delante sale llorando de la oficina. La visa le fue negada, como a todas las personas antes que yo. La puerta se abre. Un coronel me mira de arriba abajo y me ofrece venir al dĆ­a siguiente porque son las 7 am, es el final de su dĆ­a. Normalmente soy obediente y bastante dĆ³cil, pero ahĆ­, no sĆ© por quĆ©, le digo: ā€œHoy es viernes, maƱana es sĆ”bado. Esto es MoscĆŗ. Vivo en Kyiv. No tengo donde dormir. Tengo billete de vuelta maƱana por la maƱana y maƱana tu ministerio estarĆ” cerradoā€. Me pregunta de dĆ³nde viene mi acento. Le respondo: "De un bonito pueblo del sur, de Kyiv". Ɖl responde: ā€œBien. AĆŗn eres joven, no entiendes nada, pero te gusto. Si quieres ir a Francia, bien. Pero, ven a mi oficina, te cuento mi historiaā€. Su historia durĆ³ hasta las 7 am. Fui el Ćŗltimo cliente de su carrera. SacĆ³ la botella de vodka, el caviar. Nos emborrachamos toda la noche y cantamos canciones ucranianas. AsĆ­ obtuve mi visa.

Vuelvo a Kyiv, estĆ” lloviendo. Mientras camino en un parque, veo a un gran antisoviĆ©tico de la Ć©poca, un activista disidente (que se convirtiĆ³ en Ministro de Cultura cuando cayĆ³ la URSS), Ivan Dziuba. Lo habĆ­a conocido dos veces antes.

 

Cuando me acerco a Ć©l, un tipo de la KGB sale de la nada y dice: "Puedes ir a hablar con Ć©l". Estresado por la situaciĆ³n, le respondĆ­ que no lo conocĆ­a. Me pide que lo escuche. Le pregunto si tengo que hacerlo. Ɖl responde: ā€œNo, pero sĆ© que hoy recibiste tu visa para Francia. Tu padre me ayudĆ³ a defender mi tesis en la universidad, quiero devolverte el favor. El lunes, la KGB vendrĆ” a arrestarte bajo cualquier pretexto. Su visa serĆ” cancelada. Te lo dimos, pero es una estrategia para engaƱar a la Unesco, para demostrarles que somos una sociedad libre. Emitimos visas, pero curiosamente la gente ya no ā€œquiere irseā€. Tienes dos dĆ­as. Vete enseguidaā€. RegresarĆ© a MoscĆŗ, esta vez con mi esposa. No tengo billetes para ParĆ­s... En una cantina nos encontramos con una mujer, secretaria de la Embajada de Francia:

ā€œĀæQuieres que te esconda en la embajada? Puedo conseguirte boletos pero solo en 5 dĆ­asā€. Milagro ! Esta mujer se ha convertido en una gran amiga. Gracias a ella, estoy en ParĆ­s en 1978. Dos horas despuĆ©s, paso ante el juez del distrito 9 (estaba alojado en la rue des Martyrs). Me dice que no tiene nada contra mĆ­, pero antes de darme el papel que autoriza la solicitud de nacionalidad, tengo que ir a la DST (Direction de la Surveillance du territoire). Apoyado por un amigo traductor, entro en la administraciĆ³n. Me dan una encuesta para llenar. No puedo mĆ”s. Luego me preguntan si tengo relaciones con comunistas. Yo les digo, "Ā”No voy a llenar eso!" Ā”Es como si viniera de China y me preguntaras si tenĆ­a relaciones con chinos! ". La situaciĆ³n se relaja. Ā”Mi llegada es una serie de milagros! Me muevo de un mundo en blanco y negro a un mundo de color. Es demasiado bello. Pero la belleza es frĆ”gil y todavĆ­a no creo que este milagro pueda durar.

 

Te codeaste con Doisneau y Cartier-Bresson. ĀæEn quĆ© circunstancias?

 

Para reemplazar a su muy enfermo jefe de gabinete, Jacques Chirac, entonces alcalde de ParĆ­s, quiso reemplazarlo por una persona "que conocĆ­a la capital como la palma de su mano". Uno de sus familiares sale en broma: ā€œĀ”El jefe de bomberos! ". Al dĆ­a siguiente, mi amigo Jean-Eudes Rabut (socialista), jefe de bomberos, se convierte en jefe de gabinete del alcalde de ParĆ­s. EstĆ” casado con una amiga muy cercana con la que expongo. En ese momento expuse series de grandes cuadros por todo el mundo, desde ParĆ­s hasta Nueva York. Fue durante una de mis exposiciones en las Orangeries de Bagatelle que conocĆ­ a Jacques Chirac. Me pregunta un dĆ­a: ā€œĀæQuĆ© es ucraniano, es un poco ruso?ā€. A lo que respondo: ā€œE Italia, Āæes un poco como Francia? ". (En este mismo momento, la URSS cayĆ³, y el ayuntamiento de kyiv, creado repentinamente desde cero, quiso existir en la escena internacional. El alcalde me pidiĆ³ entonces que estableciera un vĆ­nculo con el ayuntamiento de ParĆ­s.

Por lo tanto, fui invitado a los salones del ayuntamiento de Parƭs, en los aƱos 1988/89, donde se realizaban encuentros con los artistas todos los jueves y viernes. Una noche, Jacques Chirac me recibe calurosamente con un delantal, mientras abre ostras.

Me pide que me siente al lado de un tipo con gorra, con una colilla pegada a las encĆ­as, bebiendo. Estoy decepcionado. Hay muchas chicas, Āæpor quĆ© ponerme al lado de este chico? Entonces le pregunto quiĆ©n es este hombre:

- Este es Robert Doisneau

- Ā”Ah vale, vale, vale, ya me voy! (Le pido a este genio de la fotografĆ­a que disculpe mi francĆ©s. Hablamos de los principios de la composiciĆ³n visual. Llegamos al ā€œBaiserā€. Me confiesa:

ā€œĀ”Ay el beso! Esta es la tortura de mi vida. Los pendejos, siempre me demandan. ĀæY quien eres tu? ĀæQuĆ© es este acento? ".

TenĆ­a la misma voz que Edith Piaf, nasal pero adorable. DetrĆ”s de su aparente mal humor, habĆ­a alguien cariƱoso y cariƱoso. Compartimos esta educaciĆ³n burguesa y clĆ”sica. A partir de entonces nos vimos regularmente.

Lo vi por Ćŗltima vez en la salida de Picto. Hablamos apenas dos minutos. Y Ć©l, que nunca se ha dirigido formalmente a mĆ­, me dijo ā€œCuidado con el exceso de trabajoā€. MuriĆ³ dos meses despuĆ©s.

Un dĆ­a, un amigo me invita a ir a ver una exposiciĆ³n de dibujo. Como es costumbre, entre artistas, comenzamos a analizar las obras. En ese momento, aĆŗn no dominaba completamente el francĆ©s, especialmente para tener una conversaciĆ³n tĆ©cnica avanzada sobre dibujo. Un hombre a nuestro lado, con aspecto de aristĆ³crata, nos escudriƱa con su mirada penetrante. De repente me pregunta si soy diseƱador. Le respondo "modestamente" que soy el segundo mejor diseƱador del mundo! Entonces le sugerĆ­ que participara en las sesiones de dibujo de modelos desnudos, que solĆ­amos hacer con amigos pintores, en mi estudio de la Bastilla. Durante 6 meses intercambiamos nuestras ideas sobre el dibujo, sobre las diferentes escuelas, Ć©pocas y maestros. Este hombre era Cartier-Bresson.

 

ĀæTus proyectos?

 

Estoy eternamente insatisfecho con los medios del lenguaje visual. En mi opiniĆ³n, el cuerpo femenino ofrece la mayor paleta de creaciĆ³n de imĆ”genes. Podemos decir cualquier cosa con la poesĆ­a, es todo un reto.  QuizĆ” algĆŗn dĆ­a me aventure a realizar mi sueƱo, una fotonovela autobiogrĆ”fica y paradĆ³jica.

 

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ĀæQuĆ© es para ti la foto-pintura?

 

Originalmente soy pintor. En la Ucrania soviĆ©tica, donde crecĆ­, todos los estudiantes de Bellas Artes debĆ­an recibir formaciĆ³n acadĆ©mica en dibujo, pintura y luego composiciĆ³n. Desde 2005, todos mis proyectos consisten en construir deliberadamente series de foto-imĆ”genes compuestas. Cada foto se construye a partir de mĆŗltiples elementos independientes que voluntariamente uno para definir una composiciĆ³n escĆ©nica. Este enfoque es probablemente comparable a los Neo-happenings (improvisaciones colectivas muy de moda en los aƱos 60).

 

Cuando leemos que eres el creador de la foto-pintura, ĀæquĆ© piensas?

 

PartĆ­ de este postulado ā€œNo es el arte el que copia la naturaleza, es la naturaleza la que copia el arteā€ (O.Wilde). (Busco un universo, a veces estructurado y mecĆ”nico, a veces sobrecargado y orgĆ”nico (ninguna elecciĆ³n es inocente) - estos son los patrones contradictorios de mi teatro mental.  Las ideas se materializan, se cristalizan en una suma de tensiones, adecuadas a la idea inicial. (Mis fantasmagorĆ­as digitalizadas son mĆ”s bien una alegorĆ­a barroca (casi politeĆ­sta), que proyecta una visiĆ³n de un subjetivismo engaƱoso, eminentemente pictorialista.

A menudo sueƱo con AlegorĆ­a. Esta antĆ­tesis del arte, esta ā€œaberraciĆ³n estĆ©ticaā€, es constantemente acusada de aventurarse en la zona prohibida: el arte contemporĆ”neo.

ApareciĆ³ como respuesta a un sentimiento de desesperaciĆ³n que se opone a la estĆ©tica, la filosofĆ­a, la moral e incluso a las corrientes mĆ­sticas tradicionales. De hecho, la AlegorĆ­a representa el espacio entre el presente y un pasado irrevocable, una indagaciĆ³n especular sobre la fascinaciĆ³n moderna por los temas mĆ­ticos... Una actitud ni frĆ­vola ni estĆŗpida.

 

ĀæCĆ³mo te convertiste en acadĆ©mico?

 

Mi padre trabajaba en la secretarĆ­a de Jruschov (en ese momento primer secretario del Partido Comunista de Ucrania). De vez en cuando, toda la camarilla se reunĆ­a en nuestro apartamento para llenar sus estĆ³magos. Durante una cena bien regada, cuenta la leyenda familiar que ante la pregunta de Kroutchev ā€œAnton, ĀæquĆ© trabajo quieres hacer despuĆ©s? Ā», respondĆ­ con la ingenuidad de mis 5 aƱos Ā« quiero ser pescador Ā». Kroutchev me lanzĆ³ entonces esta frase: ā€œEn verdad hay dos tĆ­tulos nobiliarios: el de mariscal y el de acadĆ©mico. El resto es basura". Con la edad, la pesca con caƱa me ha decepcionado. AsĆ­ que en 2009 cedĆ­ a las insistentes propuestas de mis amigos acadĆ©micos de unirme a sus filas. Entonces era necesario obtener el 75% de los votos, obtuve el 100% (Probablemente estaban mal despiertos).

 

ĀæEl desnudo no era un problema para ellos?

 

No realmente. En la Ucrania de 2009, algunos proyectos transgresores fueron bien recibidos porque el verdadero problema era mĆ”s bien barrer el legado de la URSS. La escuela artĆ­stica soviĆ©tica estaba bien construida pero era demasiado acadĆ©mica y opaca. Se opuso a la investigaciĆ³n contemporĆ”nea. Porque en Europa, durante dĆ©cadas, la prĆ”ctica del arte ha estado dominada por ciertas ideas clave, como la libertad de expresiĆ³n o la primacĆ­a de la forma. Este perĆ­odo, que se asocia con la neoposmodernidad, abrirĆ” una nueva era de explosiĆ³n de formas y escuelas de pensamiento en todo el mundo, como en Ucrania. Si no hay pasiĆ³n por el arte contemporĆ”neo, puede que no haya necesidad de apasionarse por Ć©l. Nos emocionamos mucho mĆ”s cuando hablamos de Houellebecq, Jeff Koons o el Ćŗltimo Lars Von Trier... ĀæY si eso fuera arte contemporĆ”neo? Y luego el arte es tambiĆ©n medicina, carpinterĆ­a y pastelerĆ­a. Espero que el afĆ”n de escarnio se extienda a muchos aspectos de la creaciĆ³n artĆ­stica, sin escatimar en los prejuicios ni en los gustos del pĆŗblico.

 

ĀæCĆ³mo se convierte el hijo de un burĆ³crata soviĆ©tico en un provocativo artista contemporĆ”neo?

 

A los 6 aƱos, por la mayor de las suertes, recibĆ­ la medalla de plata al mejor dibujo del mundo en Tokio. Mi indiferencia ante esta distinciĆ³n cambiĆ³ por completo, cuando un amigo de mi padre exclamĆ³: ā€œĀ”Ahora matemĆ”ticas, fĆ­sica y quĆ­mica, a la basura! Anton va a ser pintorā€. Esta idea me cautivĆ³ de inmediato. Luego, cuando tenĆ­a 7 aƱos, aprendĆ­ que todas las oraciones habladas o escritas se limitaban solo a los modos indicativo, interrogativo o exclamativo. Esto me decepcionĆ³ terriblemente. Mi posible carrera como escritor estaba en peligro. La pintura me ofreciĆ³ una mayor apertura.

 

En algunos proyectos afirmas ser un ā€œpornĆ³grafoā€, ĀæquĆ© significa eso?

 

Obsesionado con mi trabajo, insisto en el virtuosismo tĆ©cnico, mi imaginaciĆ³n misteriosa y perversa, y la expresividad de los materiales pictĆ³ricos. La palabra pornografĆ­a fue acuƱada en el Siglo de las Luces y puede definirse como: "Una representaciĆ³n complaciente -de naturaleza sexual- de temas, detalles obscenos, en una obra artĆ­stica, literaria o cinematogrĆ”fica". Luego se refiriĆ³ mĆ”s especĆ­ficamente a los estudios sobre la prostituciĆ³n. Desde mi punto de vista, la verdadera pornografĆ­a (en el sentido de la IlustraciĆ³n) son los carteles muy publicitados de los candidatos presidenciales que se muestran en las paredes y vallas publicitarias. En cuanto a la presentaciĆ³n de los cuerpos desnudos, puedo apostar 1000 contra 1 que en las pinturas del Louvre no hay ni un solo sostĆ©n, ni un solo calzoncillo/braga. Mis imĆ”genes fotogrĆ”ficas son sĆ­ntesis de mi visiĆ³n meditativa, simulacros de la realidad. AsĆ­, todo lo que no es necesario, por nocivo y/o perverso, es necesario precisamente por una dicotomĆ­a - bienvenido y deseable. Si el arte provoca pasiones destructivas, es casi siempre por oposiciĆ³n polĆ­tica o religiosa, puritanismo o intolerancia. Nunca finalmente por su contenido. Es tomado como chivo expiatorio, simboliza al enemigo a destruir.

 

ĀæDisputante entonces?

 

Contestar en el arte significa abolir tabĆŗes, prejuicios o visiones tradicionales de tiempos pasados. (Mi ā€œpuesta en escenaā€ concentra en unos pocos centĆ­metros cuadrados el comentario sobre la relaciĆ³n entre el cuerpo y el mal, Arte y mal. Busco la fĆ³rmula de una iconografĆ­a de intensa belleza. Por provocaciĆ³n hablo de pornografĆ­a, pero pienso mĆ”s en la idea de transgresiĆ³n que de la idea que evocan este tipo de imĆ”genes. Cada artista busca su propio lenguaje, sus sĆ­mbolos para expresarse. Yo el lenguaje con el que mejor me expreso es el cuerpo femenino. Creo que se puede decir cualquier cosa con el cuerpo de una mujer, es un lenguaje universal. AdemĆ”s, todos mis modelos tienen una sustancia angelical, que agrega a mis obras una iluminaciĆ³n divina. Joel Peter Witkin dijo una vez: "Lo conmocionĆ©, eso significa que la imagen era buena. El arte debe abrir tu ojos y para abrir los ojos hay que aplaudir, de lo contrario la gente se queda ciegaā€.

 

Algunas fotos fueron tomadas en Chernobyl, Āæalguna anĆ©cdota sobre esta sesiĆ³n?

 

Chernobyl fue, y sigue siendo para mĆ­, como un territorio abandonado y traicionado. Fui a este lugar maldito a transgredir, a cruzar el RubicĆ³n Ć©tico o moral, a no respetar una ley, a no ajustarme a reglas dadas por supuestas, integradas y aceptadas por todos, a cruzar un lĆ­mite, una lĆ­nea prohibida, la mayorĆ­a de las veces a sabiendas, cuestionando de manera virulenta ya veces irĆ³nica, la regla o reglas que asĆ­ se burlan ostensiblemente. Como un autĆ³mata, tomĆ© cientos de fotos donde casi nadie habĆ­a puesto un pie durante 22 aƱos. De repente, me di cuenta de que estaba solo, que los dos tĆ©cnicos que me acompaƱaban, despuĆ©s de beber cinco botellas de vodka, habĆ­an desaparecido. SentĆ­ una profunda sensaciĆ³n de vacĆ­o, casi una ausencia de ganas de vivir. El sol se estaba poniendo, los animales y pĆ”jaros comenzaban a hacer ruidos, la naturaleza se puso muy triste. Me subĆ­ a la azotea de un edificio mientras esperaba el autobĆŗs que nos habĆ­a traĆ­do. Cuando casi caĆ­a la noche, de repente vi sus faros. Llevaban horas buscĆ”ndome. Ā”Los pobres, estaban mĆ”s desesperados que yo!

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- Encuentra la continuaciĆ³n de Anton Solomoukha dansRevista Normal No. 5 -

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